Para ti, que amas los libros

6 may 2015



Para ti, que amas los libros… Que te sumerges en ellos como si te zambulleras en el mar, con la familiaridad de llegar a un sitio que conoces, y al mismo tiempo, con la sensación de aventura y misterio de no saber qué ocurrirá a continuación.

Para ti, que conoces el placer de refugiarte en un buen libro durante las tardes de lluvia. Que te acomodas en el sofá y se te pasan las horas volando. Que no entiendes que haya gente que se aburra, habiendo tantas historias por descubrir, tantas vidas por soñar…

Para ti, que has vivido miles de vidas, has conocido cientos de mundos y has viajado en el tiempo. Que te has emocionado, has reído y has llorado a través de la palabra escrita. Que conoces la naturaleza humana porque te has puesto en la piel de un sinfín de personajes.

Seguro que recuerdas libros que han supuesto un antes y un después en tu vida. Los primeros cuentos que te maravillaron en la infancia, las lecturas de la adolescencia que marcaron tu carácter, los que has leído ya en la edad adulta y te han ayudado a superar un mal momento.

Es muy posible que tengas tu momento preferido: quizás sea por la noche, en la cama, justo antes de dormir, o puede que prefieras aprovechar el tiempo que pasas en el transporte público, o que leas por las tardes, en algún rato de paz rescatado de las obligaciones cotidianas. O que lo dejes para el fin de semana a modo de recompensa.

Sabes que leer puede ser una evasión: olvidas tus problemas y los pequeños dramas de cada día, para entrar en un nuevo mundo. Es un tiempo mágico en el que no te inundan los pensamientos negativos, un rato libre de estrés y de preocupaciones.

Sin embargo, leer es mucho más que la simple evasión. Porque puede servirte para tomar distancia, para aprender, para pensar de forma creativa o para fortalecerte emocionalmente. De este modo, la lectura puede servirnos para solucionar nuestros problemas o, al menos, para ayudarnos a afrontarlos mejor.

Los lectores hemos sabido estas ventajas desde siempre. Pero recientemente la ciencia nos ha dado la razón: ¿sabías que leer disminuye el riesgo de padecer demencias? Parece ser que la lectura, sobre todo de historias de ficción, mejora nuestra reserva cognitiva y nos hace llegar a la vejez en mucho mejor estado.

Además, en diferentes estudios se ha comprobado que la lectura aumenta la inteligencia emocional y la empatía, esa maravillosa capacidad humana de ponerse en el lugar del otro y comprenderlo. Esto ya lo adivinó el filósofo Schopenhauer cuando afirmó que “leer es pensar con el cerebro ajeno en lugar de hacerlo con el propio”. La psicología cognitiva y la neuropsicología han confirmado su reflexión.

Esos son los hallazgos más importantes, porque si se sigue investigando sobre el tema, se encuentran más estudios que nos hablan de mejoras en la concentración, en la memoria, en la capacidad de relacionar conceptos y un largo etcétera. Lo que demuestra que leer nunca es una pérdida de tiempo: siempre ganas mucho más de lo que pierdes.

Pero no nos engañemos: no necesitamos conocer esos beneficios ni enumerar esas ventajas para saber qué es lo mejor de la lectura. Leer es una experiencia inigualable, una maravillosa adicción sin efectos negativos, y un absoluto placer para aquellos que ya no tenemos remedio.

Para ti, que reconoces tu adicción a la lectura y que has leído este artículo con una sonrisa cómplice, porque sabes de lo que hablo. Para ti, que al igual que Borges, no puedes imaginar un mundo sin libros. Este artículo es para ti, que amas los libros.

Por Violeta Gómez Warletta
Artículo tomado de: La Mente es Maravillosa | Fotografía tomada de: Books Tumblr Photography

No hay comentarios

¡Suscríbete! Recibe todos los posts en tu e-mail.